El dodo (Raphus cucullatus) o dronte fue una rara ave no voladora endémica de las islas Mauricio, situadas en el Océano Índico, extinguida a finales del siglo XVII, un siglo después de su descubrimiento.
Esta ave que parece sacada de un mundo de fantasía por su curioso aspecto, y que seguramente no deja indiferente a nadie, se ha convertido tras su total desaparición en el arquetipo de especie extinta por causa de los seres humanos. No ha sido así solo por las características de su extinción, si no porque a muchos de nosotros nos hace pensar en cuántos animales no hemos podido conocer por culpa de la mala acción del hombre; se trata de caprichos de la naturaleza que por su aislada evolución, son más sensibles a las perturbaciones provocadas por el hombre. Pero como nada es en vano, el conocer estas extinciones nos debe hacer ver que no tenemos que repetir la historia; no permitamos que nuestros nietos conozcan tan solo el fin de especies tan normales para nosotros como los osos panda, los osos polares o las ballenas?
EXTINCIÓN
Los avistamientos más recientes confirmados datan de 1662, 1638, 1631, 1628, 1627, 1611, 1607, 1602, 1601 y 1598. Por lo tanto el último informe de un avistamiento oficial es el de un ejemplar en la costa Iversen en 1662.
Sin embargo, un esclavo huido llamado Simón dijo haber visto un dodo en 1674, y Benjamin Harry, primer oficial en el Castillo de Berkeley, afirmó que aún habían dodos en Mauricio en 1681. Sin embargo, la fiabilidad de estas afirmaciones son discutibles.
David Roberts, del Real Jardín Botánico de Kew, Reino Unido, y Andrew Solow de la Institución Oceanográfica Woods Hole, Massachusetts, EE.UU., publicaron en la revista Nature que han desarrollado un método estadístico para estimar el tiempo que una especie puede seguir viva desde que se realiza el último avistamiento registrado. Esto es debido a que se supone que quedan pocos y por eso no se ven, y además, a que el ejemplar que se vea también seguirá vivo al menos un tiempo más, entre otros factores. Pues bien, teniendo en cuenta los últimos 10 avistamientos creíbles, sugieren que los dodos podrían haberse extinguido 28 años después de su último avistamiento, es decir, en 1690. Pero como decimos, es una hipótesis no demostrada. Según la IUCN, parece ser que las referencias a dodos hechas tras 1662 se refieren al rascón rojo (Aphanapteryx bonasia), extinguido en 1693.
CAUSAS DE LA EXTINCIÓN
Como consecuencia de la llegada del hombre con sus especies introducidas, se produjo la completa extinción de esta ave en tan solo un siglo. Las amenazas fueron las siguientes:
-Con la llegada del hombre se introdujeron nuevas especies en la isla como cerdos, macacos cangrejeros, perros, gatos y ratas. Se estima que el saqueo de sus nidos por parte de las nuevas especies tuvo un efecto más devastador que el de la caza.
-Con estas especies también llegaron las nuevas enfermedades
-Con todo esto llegó la destrucción de los bosques, de los cuales dependía en gran medida la subsistencia del dodo.
- Esta ave fue capturada como animal doméstico por su carne. Además fue directamente cazado por la misma causa. La carne de dodo no tenía buen sabor, pero sin embargo los marineros eran capaces de cazar hasta 50 para llevarlos en las embarcaciones, cubiertos de sal para conservarlos.
-Los pocos ejemplares que llegaban vivos a Europa se utilizaban la mayoría de las veces para ir enseñándolos dentro de jaulas por diversas zonas, así como para enseñar a la gente cómo eran capaces de comer piedras.
HÁBITAT Y ÁREA GEOGRÁFICA
Era endémico de las islas de San Mauricio, país insular ubicado al suroeste del Océano Índico, a 900 kilómetros de las costas orientales de Madagascar y aproximadamente a 3.943 kilómetros al suroeste de la India.
Dada su situación intertropical, la Isla de Mauricio goza de un clima cálido, aunque la influencia oceánica modera la temperatura. Por la combinación de alta humedad y temperatura cálida ha prosperado una vegetación densa que incluye las palmeras cocoteras.