Jaguar


El jaguar es el felino más grande de América, y el único representante del género Panthera allí (Nowell y Jackson 1996). Es la tercera especie de felino más grande del mundo. Es además el mayor depredador en las zonas selváticas donde habita junto al caimán.

El jaguar se tiene que tener en consideración ya que ha sido prácticamente eliminado de gran parte de las zonas secas del norte de su área de distribución, así como de las zonas de matorral y pastizal de Argentina y en todo Uruguay.

La vulnerabilidad de los jaguar a la persecución se demuestra por su desaparición a mediados del sigo XX del sudoeste de los EE.UU. y el norte de México, zonas que siguen siendo hoy el hogar de importantes poblaciones de puma.

Esta especie cuenta con muchos nombres en español dependiendo de la zona; se le llama jaguar, yaguareté, yaguar, onza, ocelote (los aztecas lo llamaban tlatlauhquiocélotl), tigre o tigre americano, y otorongo, aunque la primera es la más común.
El color de la piel varía de amarillo pálido a café rojizo, con manchas blancas en el pecho y parte interna de las extremidades. En todo el cuerpo tiene manchas negras, que en los costados forman rosetas, y que pueden presentar una o más manchas pequeñas (Hoogesteijn y Mondolfi, 1993).

El peso de un jaguar adulto va de 45 a 130 kg dependiendo de la subespecie, pudiendo llegar a pesar 150 kg.

Su longitud es de 1.70 a 2.30 m, y tiene una longevidad de 20 años.

Las crías permanecen con las madres durante los primeros 15 a 24 meses, alcanzando la madurez sexual entre los dos y tres años (Seymour, 1989).

Es un animal solitario, salvo en su periodo de reproducción, y posee hábitos nocturnos. La agudeza de sus sentidos del olfato y el oído y sus habilidades para correr, trepar árboles, nadar y moverse agazapado tras una presa lo convierten en excelente cazador.

El jaguar es considerado un carnívoro oportunista y su dieta depende de la densidad y disponibilidad de las presas (Seymour, 1989). Su dieta incluye mamíferos, aves, reptiles, peces e invertebrados. Sin embargo, en la mayor parte de su área de distribución los mamíferos mayores a un kilogramo, y algunos reptiles y aves, constituyen las presas más comunes (caimanes, monos, cocodrilos, tortugas de agua y tierra y peces) (Seymour, 1989).