Tortuga boba


La tortuga boba (Caretta caretta) está en peligro de extinción al menos oficialmente desde 1996, año de revisión de la situación de estas tortugas por la IUCN (Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza).


CARACTERÍSTICAS
También se le llama tortuga caguama, aunque es menos conocida por este nombre.
Estas tortugas pertenecen a la familia de los quelónidos (Cheloniidae), la cual incluye cinco géneros y numerosas especies, la mayoría de las cuales se hallan en
peligro de extinción. Se trata de la única especie de su género, y no se conocen subespecies.
Es de costumbres solitarias, como otras tortugas que realizan largos viajes migratorios.
Pesan entre 65 y 107 kg, aunque se han visto ejemplares mucho más pesados, y miden entre 82 y 109 cm., aunque también se han visto ejemplares mucho más grandes.
El color de su caparazón es pardo - rojizo, de tonos bastante uniformes y su dorso es de color crema. Las crías son de color marrón oscuro.
Con respecto a su fisonomía, sus patas se han modificado convirtiéndose en aletas con dos garras, especializadas para nadar grandes distancias. Las aletas anteriores las utilizan para propulsarse, mientras que las posteriores las usan como timón. Su cabeza es proporcionalmente grande y redondeada similar a la de la tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga blanca o cahuama (en el Caribe), también en
peligro de extinción. Su boca tiene forma de pico muy grueso. El caparazón suele ser liso, aplanado e hidrodinámico en los adultos y un poco más áspero en los jóvenes. Una de las principales características que permiten distinguirla de otras especies marinas es la existencia de 5 escudos costales y 3 escudos inframarginales.
Además existe dimorfismo sexual (diferencias externas entre machos y hembras), ya que la cola de los machos es más larga y ancha y tienen una garra cuva en la parte anterior de las extremidades anteriores. Los machos suelen ser de mayor tamaño y suelen tener la cabeza en proporción algo más grande.
Mientras que en cautividad viven hasta 33 años, en libertad se estima que podrían vivir entre 30 y 62 años, pero no se tienen datos suficientes.

ALIMENTACIÓN: Es una especie carnívora, que se alimenta especialmente de peces, crustáceos, poríferos, moluscos, cefalópodos, equinodermos, y demás invertebrados bentónicos.

REPRODUCCIÓN
Al igual que muchos otros quelónidos, las hembras retornan a desovar en la misma playa en la que nacieron, o muy cerca. Sin embargo, el cortejo y apareamiento se producen lejos, en zonas donde viven y se alimentan, tras lo cual siguen sus rutas de migración hasta la zona de desove.
Maduran sexualmente cuando su caparazón mide aproximadamente 90 cm de longitud, lo que nos lleva a una edad de unos 15 años, aunque puede variar en cada ejemplar la edad.
Cuando llega la época de apareamiento, entre mayo y septiembre, este se produce en la superficie, donde el macho usa sus dos garras para aferrarse al caparazón de la hembra.
Las hembras no crían anualmente, sino que crían cada 2 o 4 años, aunque pueden llegar a tardar hasta 9 años.
HÁBITAT Y ÁREA GEOGRÁFICA
Es una especie cosmopolita que se distribuye por todos los océanos y mares tropicales y subtropicales, en un área muy extensa comprendida entre los 60º N y aproximadamente 40º S (DODD, 1988; MÁRQUEZ, 1990). Se encuentra en aguas de las plataformas continentales, bahías, lagunas y estuarios, y en ocasiones hasta en el interior de puertos. Es común en aguas superficiales del talud continental, tanto en áreas de alimentación como durante las fases migratorias (reproductora o trófica). Esta especie es la segunda más distribuida mundialmente y es una de las más explotadas. Aun así, aun encontrándose en una amplia zona, no es tan abundante como antaño, y por lo tanto se encuentra en
peligro de extinción.
Se distribuye por todas las costas del pacífico de Sudamérica y en Baja California y California; también se han encontrado en las islas japonesas de Okinawa. Se han dado casos en los que la tortuga viaja de San Diego, California hasta Japón. Hay avistamientos de tortugas bobas en El Salvador y Panamá.
Estas tortugas pueden vivir en aguas más frías que la tortuga verde. También se encuentran en Brasil y en la reserva de Cabo Cañaveral. También se distribuyen en diferentes zonas del Mediterráneo.
Según indican estudios genéticos, el Mediterráneo habría sido colonizado por las tortugas procedentes de Florida hace unos 12.000 años. Está presente durante todo el año y es muy abundante desde Junio a Septiembre en aguas españolas del Mediterráneo, donde se concentran especímenes de poblaciones mediterráneas y de poblaciones atlánticas.
Estas tortugas pasan por distintos hábitats a lo largo de su desarrollo. Los primeros estadíos de su ciclo biológico, tras la eclosión de los huevos, los pasan en hábitats pelágicos. Cuando llegan a una talla del caparazón determinada de 52 cm se asientan en hábitats bentónicos, lo que se correspondería en el Atlántico norte con edades comprendidas entre 7 y 10 años.
La duración del estadío pelágico es muy variable, entre tres y diez años, dependiendo de los individuos y los distintos océanos. La fase bentónica juvenil hasta alcanzar la madurez sexual y retornar a las playas de reproducción de las que son originales puede durar hasta 20 años; durante este periodo y en posteriores muestran gran fidelidad a las áreas de alimentación y retornan a las mismas tras las migraciones reproductoras.
En aguas del Cantábrico y Galicia, donde es común aunque poco abundante pueden encontrarse ejemplares de origen americano. En general son individuos de pequeño tamaño los que llegan a varar en estas costas, en ocasiones debido al efecto de las bajas temperaturas sobre los individuos jóvenes.